La carrera la hice con mi tío Toni y menos mal, porque esta es una carrera para no hacer sólo desde mi punto de vista, porque tirarte 8 horas subido a una bici y sin nadie en quien apoyarte se haría todavía mas duro si cabe.
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Hace un tiempo vi un documental sobre el Ironman de Lanzarote y el director/organizador explicó que era muy importante tenerle mucho respeto a cualquier carrera y a cualquier distancia por pequeña que fuera y no lo apliqué para nada. Al haber hecho ya varias salidas de 120km y haberlas acabado bien y sobre todo al tener la Quebrantahuesos en dos semanas, que son 200km no 163km como ésta, pensamos que iba a ser un puro trámite, y de eso nada, vaya cagada de razonamiento... para que os hagáis una idea mirar los puertos de la carrerita...
Nada mas salir ya teníamos el primer puerto encima, al salir de Ibi ya era todo cuesta arriba, pero bueno esa nos pilló frescos y con la ilusión y tanta gente tirando nos lo quitamos enseguida y a buen ritmo. Al pasar ese puerto fue donde no tomamos la decisión correcta y es que nos vimos bien de fuerza y nos enganchamos a un pelotón que llevaban un ritmo de unos 40km/h y pasamos con ellos los dos siguientes puertos (alto de tibi y el teix) demasiado fuertes. Qué pasó? pues que al llegar al puerto de Tudons, que es el mas jodido de la prueba, estábamos casi vacíos. La cara que tengo en la foto lo dice todo... En este puerto empezaron las rampas y encima el calor que hacía mataba también y tuvimos que parar dos o tres veces en la subida a parte de una media hora al coronar Tudons.
Hasta aquí de momento yo iba bien, mejor que mi tío incluso, pero me hizo mucho daño que no hubieran hielos en los puestos de avituallamiento, y la bebida caliente cada parada me sentaba peor...
En el puerto de Benifallim me pegó la pájara más grande de mi vida hasta el momento y espero que la última porque lo pasé realmente mal. Subiendo éste puerto me empecé a encontrar mal, no había ningún tramo en sombra, el agua caliente no me aliviaba, ni echándomela por la cabeza, tenía hambre pero estaba saturado de barritas energéticas, geles y mierdas dulzonas. Quería parar pero sabía que como parara a mitad de ese puerto con el sol que hacía y lo justito de fuerzas que iba, no iba a poder continuar, entonces saqué fuerzas no se de donde y conseguí llegar al puesto de avituallamiento donde solté la bici me quité el maillot y me tiré al suelo en una sombra. Ahí conocí la famosa "pájara" de la que tanto había oído hablar pero que nunca había sufrido. Tuve la suerte que en este puesto sí que había hielo y empecé a beber agua fresca como un loco y coca-cola fría también. En ese momento lo pasé fatal, a punto de vomitar y muy mareado, sólo quería estar en casa... Tenía un dilema enorme entre seguir o abandonar... estábamos en el km 120, no podía ni hablar, y es que todavía me quedaba subir la carrasqueta (40km más), ahí es nada, y en ese estado tan lamentable... pero poco a poco fui recuperándome, la coca-cola, agua y sandía que comí y sobre todo que estuviera fría me fueron dando la vida y decidí seguir y acabar la prueba porque sabía que si no acababa me iba a hacer mucho daño psicológicamente para dos semanas después afrontar la QH que son 40km más.
Esos 40km que nos quedaban se nos hicieron eternos parecía que la carrera no acababa nunca pero al final la terminamos, con dos cojones.
Digo que ha sido lo mas duro que he hecho hasta el momento porque fueron demasiadas horas subido a una bici. Comparándolo con el maratón por ejemplo, el maratón parece un paseo al lado de esto, porque los 30km que corres al principio estás feliz y te quedan 10km que se corren sufriendo pero es una hora de "sufrimiento" y que se acaba enseguida porque estás mucho más en contacto con la gente sin embargo en esta carrera el disfrute fueron los primeros 70km que los hicimos en 2 horas y media 3, el resto fue sufrir... son demasiadas horas de pasarlo mal y muchos tramos en soledad. Pero bueno de todo se aprende y se le sacan cosas buenas.
En resumen fue una carrera durísima en la que aprendimos muchas cosas y sobre todo nos sirvió para darnos una cura de humildad de las buenas, darnos cuenta que no estamos tan preparados como creíamos y afrontar la QH con el respeto que se merece.
Llegué a casa tan vacío que por primera vez en mi vida comí una platada de pasta a las 20:00 y me pedí un telepizza a las 22:00. Eso sí el plato de pasta me lo comí metido en la bañera con hielo hasta la cintura para intentar recuperar las piernas porque al día siguiente estaba apuntado al triatlon de Santa Pola. Otra cosa que aprendí es que hay que apuntarse a una carrera por semana, dos es demasiado... jejeje porque en el triatóon me hubiera gustado hacer mucho mejor tiempo la verdad pero las piernas no me daban.
Esta semana publicaré también el post de éste triatlón tan divertido y que me gustaría seguir haciendo todos los años. Como siempre muchísimas gracias por leerme ;)
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